Efectivamente, la sexta entrega de la saga Saw ha sido considerada por el Ministerio de Educación y Cultura como película X, es decir, largometraje cuyo contenido es pornográfico o que alude a la violencia extrema. España ha sido el único país que ha decidido calificar esta película bajo este sello, mientras que en EEUU la han clasificado como R, es decir, para mayores de 18 años y menores acompañados de adultos.
Sinceramente, me parece una autentica estupidez que la clasifiquen como película X por varios motivos. En primer lugar, es la sexta entrega de una saga; una saga que ha ofrecido y nos va a ofrecer siempre lo mismo y esta entrega no va a ser una excepción (confirmado por las críticas que han hecho del pase de prensa). En segundo lugar, no entiendo como esta película que tiene un argumento coherente y una línea narrativa decente puede compartir cartel con títulos de películas porno tan imaginativos como “La conejita traviesa de la calle 69” (titulo inventado, pero que no se aleja de los títulos de este tipo de películas). Y en tercer lugar, películas como “Lucia y el sexo” o “Mentiras y gordas”, que contienen escenas de sexo explicito, y “Hostel”, que contiene una violencia extrema (un ejemplo es la escena de la castración de uno de los protagonistas), han sido emitidas sin ningún problema en los cines comerciales.
Sin embargo, no me voy a centrar más en los aspectos audiovisuales que tiene la película y vamos a centrarnos en el aspecto económico. La primera saga de Saw recaudó unos 100 millones de dólares en todo el mundo y sus secuelas llegaron casi a los 150 millones de dólares (cada una). Su distribuidora que, paradójicamente es Disney Buena Vista (si, si… productora también de películas como El Rey León, La Sirenita…), había acordado emitir esta cinta en más de 300 cines de toda España, cines comerciales. Si cada cinta cuesta 2.000€, hagan ustedes mismos las cuentas: Buena Vista perdería 600.000€ más la recaudación en taquilla que no sería poca. El año pasado “Saw V” recaudó, sólo en España, 2.250.000€; una cifra más que respetable y que, evidentemente, es una de las películas que menos complicaciones tiene a la hora de alcanzar un número uno en taquilla. Ahora bien, ¿qué ha dicho la distribuidora de todo esto? Buena Vista no va a emitir la película en ningún cine que no sea comercial. Esto podrá suponer que, en la siguientes sagas (sí, tienen pensado hacer más y más ahora con la revolución del 3D en el cine), la distribuidora opten por mandar Saw directamente a DVD; lo que supondrá bastante perdidas ya que, estando la piratería de por medio, la única forma mediante la cual la saga de terror ganaba beneficios era con su exhibición en las salas cinematográficas comerciales.
En conclusión, este análisis de la noticia ha tocado tanto niveles económicos, cómo cinematográficos, cómo personales (está claro que soy seguidor de la saga). No es, para nada, efectivo calificar la sexta entrega de una saga como X, ya que si hay tantas entregas es porque tiene éxito y generan ingresos.
